miércoles, 22 de septiembre de 2010

PIO BAROJA

Pío Baroja (1872-1956), o Don Pío, como le llamaban aquellos que le concocía, nació en el País Vasco. Pero pasó gran parte de su vida en Madrid. De esa ciudad sacó los personajes de sus novelas, siempre al filo de lo esperpéntico. Pero que nada tienen de ficción si nos adentramos en sus envolventes memorias que reocge en los 3 tomos que forman Desde la última vuelta del camino. Ahí encontramos toda la galería de personajes que desfiló por el Mardid de esa época para sorpresa de los haitantes del siglo XXI. Sus memorías sun una memoria de Madrid. Y no una memoria culquiera, sino la del uraño observador que luchó contra los impostores con su pluma.

LA CALLE DE ALCALÁ

Desde la Puerta del Sol se proyecta hacia el infinito, buscando el mar que lejos se encuentra, pues nunca termina. No en vano en tiempos pasados fue la calle más larga de Europa. Pierde lustre con la lejanía, pero gana en admiradores.
La Calle de Alcalá fue la musa de aquellos oragnilleros que se explayaban en la verbena. Ahora resiste como lo hace el hormigón que la sostiene. Porque por ella pasean miles cada día.
Rompe la Castellana, penetra la puerta de Alcalá, acaricia la Plaza de las Ventas. Es la calle de Alcalá la que camina sobre sus paseantes.

Su trazado es originario del siglo XV y llegaba entonces hasta Alcalá de Henares. Con el tiempo se fue poblando de palacios y conventos, de los que poco se conserva.